Drama y nitroglicerina

Drama y nitroglicerina

lunes, 25 de enero de 2016

RÉPLICA (TÚ)

Me prohíbes que te hable de amor
porque has decidido que el amor lo
construyen y destruyen tus intenciones.
Y no te das cuenta de que toda esa voluntad cae
rodando por el suelo cuando te hablo.
Huyes quebradiza  para que no te hagan quebrado.
Nunca jamás dividirte en dos.
No puedes  cortar la inercia de mis ganas  a tus alas.
El instinto es un tigre de bengala y no se puede domesticar.
El amor volverá y te va a pillar despeinada,
pensando en la lista de la compra pero guapa.

CONTRARÉPLICA (YO)

Me ves lamerme las heridas,
prepararme ungüentos con hojas de tilo y romero,
me descifras porque soy un polvorín ardiendo
y me pones un trapo rojo delante de mis ojos 
para que entre derecha a la vida.
Me levantas, claro que me levantas,
con mano diestra, con mano zurda, agarrando mi cabeza
y diciéndome todo lo que no quiero oír.
Me has partido el esternón a base de reírnos,
me has hecho masaje cardiaco a corazón abierto,
me has tumbado, me has levantado y me has hecho girar.
Y lo mejor de todo, me has hablado en verso,
y con eso,
hemos ganado un cariño más complejo que cualquier amor profano.

Yo
te
peino
el

pelo.

viernes, 22 de enero de 2016

CARDIOPATÍA

Tenía una cardiopatía con nombre de mujer.
Analizaba la fonética y la fonología de algunas palabras.
Mitral sonaba a roca.

Lo pronunciaba despacio como para alargar el tiempo entre pulsaciones.
Era como un éxtasis precario.

Entre toda la fortaleza que le imponía la vibración de la erre en su lengua,
sentía un chasquido extraño
que le acercaba a la raíz de su Talón de Aquiles.

Llevaba algún tiempo que un metal frío lo traspasaba,
como esa lanza en el costado con la que puedes sobrevivir
hasta el día en que se separa de la carne.

Buscaba la manera de transformar la palabra ventrículo en ventrílocuo
y por una vez poder ponerle voz a su propia vida.

Un retorno mal escrito de la sangre decidía su historia.
No acababa de comprender aquella avería
si la prudencia y la prevención eran sus ases en la manga.

Era un kamikaze vestido de un lenguaje políticamente correcto.

Se quedaba en silencio
y podía escuchar aquel líquido caliente y viscoso que canalizaba su cuerpo.
Desde los dedos al cuello y ahí,
un pinchazo certero de inseguridades sin tratamiento.

Quería volar más allá del blanco al que alcanzaban sus ojos,
pero al mirar hacia arriba sólo veía la verdad,
la sociopatía propia de una sociedad que vivía a la velocidad de la luz.

Dejó de usar la expresión gastar el tiempo por vivir el tiempo,
devorar el tiempo,
luchar el tiempo,
lamer el tiempo
y abrazarse al tiempo como un recién enamorado.

Nunca supo si el amor era una causa o una consecuencia,
un detonante o un daño colateral.
Sólo pudo llegar a entender
que tenía una cardiopatía con nombre de mujer

y que ella no era la cura.

miércoles, 20 de enero de 2016

PRAGA NOS DEJARÁ ESPERAR

Hay un silencio que rompes con tus pasos.
Hace tiempo que noté tus pies descalzos pisando fuerte pero lento.
De alguna manera intuiste mi fe en la lentitud.

Eras como un pequeño astronauta sobreviviendo a mi falta de gravedad,
Te vi día a día conquistando un asteroide, un satélite, un planeta.

Traes una maleta llena de honestidad,
y a veces me pareces un personaje de Antoine de Saint-Exupéry,
con esa pureza que  en ocasiones cuesta encontrar fuera de los libros.

Libros que aún no has leído y que leerás conmigo.

Te colaste en mi cama y te reíste de que te abrazara fuerte,
como si tuviera miedo de que te fueras a caer.
Lo que no te confesé es que me agarraba así porque yo volvía a volar hacia el cielo.

Me desnudaste,
me quitaste una capa de aluminio,
una de acero inoxidable,
otra de estaño
y una pequeña capa tóxica de amianto.

Anoté perfectamente el renglón donde llevas escrita la vida,
recorrí  cada letra,
bese la tinta
y supe que ahí debía de escribir  mi verso favorito.

Y aunque ahora te cuento mis mil defectos
me miras expectante y sonríes aunque yo te hable de catástrofes mayúsculas,
del fin del mundo,
de una tercera guerra mundial,
da igual, tú tienes una respuesta.

Eres como el lado positivo que todo el mundo debería tener,
me haces pensar sobre una hoja en blanco
y una piel escrita.

Por todo esto y lo que queda en la intimidad,

Praga nos dejará esperar.