Drama y nitroglicerina

Drama y nitroglicerina

sábado, 9 de mayo de 2015

Hace poco me preguntaron mi edad y dije que 31.
No había asimilado mi último cumpleaños
y parecía que me quitara años.

En realidad,
dentro de mi seguía en stand by el día que te fuiste,
no avanzaba el tiempo
y por tanto, 
tampoco llegaría el día de cumplir los 32.

Todo el mundo pensará que es por eso
de que algunas personas llegan a un punto que cumplir años
es un símbolo de debilidad,
de estar más cerca de las arrugas,
las canas,
la falta de fuerza
o la mismísima muerte.

Pero en mi caso,
las canas ya estaban,
pero tú,
tú te habías ido.

Miro atrás y todos mis cumpleaños han sido sin ti,
muchos días,
casi toda una vida sin ti,
al igual que los tuyos.
No nos concedimos el honor de esas sonrisas de un año más.

Y quiero que por ti no pase el tiempo,
que no los cumplas, 
y sigas así,
que no pase un año más sin ti,
quiero olvidarme de todos los días que no viviremos,
pero me queman las pestañas
y las canas las tapo para que en recuerdos no me veas llorar.

Que no pase sin ti ese día,
ni el tuyo,
que no ocurra,
que se pare el tiempo
y pueda rebobinar la vida hasta un punto en que todos los años sean para ti,
que sea tu compañía la sonrisa de ese día,
la orquesta del baile,
el fuego de las velas,
incluso el deseo a pedir.

Quiero que mañana sigas teniendo un año menos
y que tu sonrisa sea perfecta,
como el momento en que la congelé en mi memoria 
el día que te fuiste sin haber cumplido ningún año conmigo,
quiero que ese recuerdo monopolice todo mi pecho
y yo poder seguir teniendo los 31 en que revolucionaste mi vida.


Quédate así y felices no 32.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios: