Y él sólo se repetía cada mañana:
"Hoy no quiero pensarla tanto".
Drama y nitroglicerina
martes, 26 de febrero de 2013
miércoles, 20 de febrero de 2013
FEBRERO, ESTAMOS EN FEBRERO.
Ese día Mateo terminó la mañana pensando que su alter ego
era un grandísimo canalla. Llevaba un tiempo más que prudencial sin que ella se
paseara por sus pensamientos, la distancia física había hecho un buen trabajo.
Pero ese día su otro yo había estado trayéndole flashbacks de un pasado corto,
intenso y adictivamente doloroso.
Al otro lado de la mesa estaba su yo más arrogante, el que
le miraba con una media sonrisa que denotaba su manera tácita de llamarle
cobarde. Aquel día Mateo volvió a poner a cero el reloj y de nuevo sintió que
su subconsciente se alimentaba de la carnaza de un pasado que había intentado
borrar.
Eran las 11:37 en el reloj más que preciso de su ordenador y
por la ventana de su despacho entraba una luminosidad más característica de un mes
de julio que de un febrero sombrío. Sonó el teléfono. Alargó el brazo. Revolvió
papeles. Siguió con su oído el sonido y con su mano la sensación de vibración.
Levantó el teléfono en el aire y clavó de nuevo su vista en la sonrisa más
radiante que había visto jamás.
- Hola, te llamo muy deprisa porque voy fatal de tiempo hoy.
Se me quedó una cosa sin decirte el último día que te vi, ¿podríamos vernos
esta tarde a las 7?
Nunca le gustó el surrealismo pero ese día a Mateo le
parecía que su vida estaba metida dentro de una burbuja de ficción. Él no había
decidido la respuesta a aquella pregunta, pero sólo
sabía que había sido un sí y que a las 19:00 volvería a verla.
11:41, fin de la conversación y su alter ego se afloja la
corbata sentado en la silla de enfrente llorando literalmente de la risa.
16:34, Benditos papeles y benditas reuniones que hacen que
el peso de las horas sea más llevadero pero que aceleran el momento en que
Mateo volverá a estrellarse con su pasado. Nunca le gustó estrellarse, solía
desangrarse cada vez que le ocurría y empezaba a estar un poco cansado de
llevar tantos puntos de sutura adornando su insensatez sentimental.
18:51 ¿para qué narices llegaba antes de tiempo si sabía que
ella llegaría pasadas las 19:10? 10 minutos de rigor que siempre le permitían
una entrada triunfal en la que se ralentizaba el tiempo y él se enamoraba un
poco más de esa forma suya de andar con un toque de chulería elegantemente
definida.
19:05 ¿Cuándo habían empezado a alargarse así los días que
aún era de día y aún se podía estar en mangas de camisa? Aquello era un febrero
raro.
19:08 Una terraza concurrida y Mateo ausente con la vista
clavada en el respaldo de forja de la silla en la que ella se sentaría dentro
de unos minutos. Calmando los nervios, memorizando las filigranas en forma de
flor sobre las que reposaría la espalda que un día delimitó el horizonte entre
lo perfecto y lo cruel.
19:11 Mateo fija su vista a lo lejos y no aguanta la
luminosidad del día, siente que las pupilas se le cierran y a lo lejos
distingue esa forma tan característica de andar.
19:12 ¿qué está pasando este febrero? ¿por qué hay tantísima
luz? ¿y por qué tengo que tener delante de mis ojos otra vez su sonrisa?
Perfecta, delimitada por un arco de carnosidad y suavidad.
Igual que siempre, perfecta.
Y como si su maldito alter ego estuviera escogiendo la
música para hacerle más vulnerable, comienza a sonar la canción que unas
cuantas veces él le susurró al oído…maldita dulzura.
19:14 Ella se sienta. ¿De dónde viene tantísima luz? Sólo
una frase sale de su boca sin dejar de sonreír.
- Mateo, se me olvidó contarte que me caso.
19:15 Mateo desabrocha su camisa muy despacio. Cuando su
pecho está completamente al aire se mira y ve perfectamente los latidos de su
corazón contra el esternón. Su alter ego se acerca con esa media sonrisa de
cabrón vengativo y le clava los dedos en el pecho. Mateo comienza a sangrar, se
ha estrellado de nuevo.
Mientras, su alter ego sigue clavando sus dedos y
girándolos para abrirse paso hasta su corazón, Mateo sólo acierta a decir una
cosa.
- Ya no tengo nada que perder ni que ganar. Aún te quiero.
Nunca te lo dije y pensaba no decírtelo jamás pero este canalla que ya tiene mi
corazón en su mano quiere que lo veas de cerca.
El otro yo de Mateo ya ha conseguido arrancar vísceras
suficientes para sacarle del pecho su pequeño saco de sentimientos. La sangre
le llega hasta el codo y lo pone frente a ella mientras los latidos acallan las
lágrimas que Mateo no derrama. En ese momento a Mateo le viene a la mente una
frase de su película favorita:
- ¿Sabes qué es esto? Es mi corazón y está roto. ¿Lo notas?
6:30 (A.M.) suena la alarma del móvil. Mateo se despierta
incorporando su torso sobre la cama como si un estertor lo suficientemente
fuerte le hubiera dado impulso. La boca le sabe a sangre. Suda. En su mano
izquierda hay marcas como si hubiera aguantado un hierro con forma de filigrana.
Si cierra los ojos siente la sonrisa más real de la mujer que ama. ¿Todo ha
sido un sueño? Febrero. Estamos en febrero.
martes, 19 de febrero de 2013
Comunes confusiones.
Ideología deriva del término idea. Partidismo es la adhesión
incondicional a un partido. En el primer concepto entra en juego la crítica
constructiva y la capacidad de discernir
que dentro de un todo hay ciertas ideas apropiadas y otras que no lo son.
El segundo término está anclado a la aceptación irracional de todas y cada una
de las tendencias de un partido.
La ideología puede tomar forma y amoldarse a la expectativa
de cada persona, es decir, dentro de una ideología con una tendencia global podemos
encontrar infinitas combinaciones en función del individuo. En cambio, es el
usuario el que se tiene que amoldar al pensamiento común de un partido en el caso de poseer una tendencia partidista.
Podré ser ideológicamente tendente, pero jamás me podrán
atribuir una predisposición partidista.
Para mi los términos política, sociedad y economía son
analizables de forma independiente pero indivisibles de un todo común cuando lo
que se pretende es la búsqueda del bienestar. Sabiendo que el bienestar no sólo
es un estado psicosomático del individuo, sino una forma de vida con una serie
de características que le permiten ser feliz individual y colectivamente.
Una aclaración a lo anterior: los términos bienestar y
felicidad son similares pero no iguales. Mientras que la felicidad conlleva
implícitamente un bienestar, el bienestar no siempre lleva a un estado de
felicidad.
¿Por qué pienso así? Por mi tendencia a relacionar bienestar
con los conceptos política, sociedad y economía (individual y/o colectivamente).
En cambio la felicidad deriva principalmente de un solo término: EL AMOR.
Disculpen esto último, es que esta es mi verdadera
ideología.
miércoles, 13 de febrero de 2013
Sólo quedaban algunas personas recorriendo
la orilla. Una roca sostenía su espalda y sus manos llevaban un buen rato
clavadas buscando estabilidad huyendo de un alma convulsa. Poco a poco fue
soltando dos puñados de arena hasta quedar sus manos flotando en el aire,
desclavó la vista de un mar demasiado bravo y frío. Sacó esa libreta negra que
siempre la acompañaba y decidió que si se dejaba dentro todo aquello que le
oprimía, su sonrisa se volvería horizontal para el resto de su vida.
“Estoy
constantemente sacando conclusiones y las escribo. Las escribo porque me he
dado cuenta que mis manos son sólo una prolongación de las venas y arterias que
salen de mi corazón. Por eso tiemblan, son los espasmos de un corazón decadente
que está intentando salirse de un pecho demasiado duro para traspasarlo.
Mi
alter ego camina sobre piedras que arden y el aire que respiro son cenizas, las
cenizas de un alma que se prendió fuego y se ha consumido hasta no ser nadie.
24
horas al día te paseas por mi mente, recorres los rincones de mis pensamientos,
sentidos recuerdos y deseos con la libertad que te doy para hacerlo. Ya no
tengo tacto, ni olfato, ni vista, ni gusto, ni oído. Ya ninguno de mis cinco
sentidos está vivo, sólo los recupero entre estertores cuando un recuerdo me
permite reventar mis sentidos con tu voz, tu mirada, tu piel, tu olor y tu
sabor. Y entonces, entonces me siento viva de nuevo.
Soy
una marioneta de tus actitudes y no porque los hilos que nos unen sean acciones
que me manejen, sino porque consigues elevarme del suelo sólo con el hecho de cruzarte
a ratos por delante de mi vida. Tus palabras son la prolongación de tu lengua
que se meten por mis oídos y se enraízan en mi sistema nervioso.
Mi
ego se ha convertido en un combatiente, el muy estúpido se piensa que es el
único capaz de hacerte feliz. Le he pedido mil veces que se rinda, que te deje
ser feliz con tu vida lejos, pero no es capaz, arremete una y otra vez con toda
su artillería contra mi pecho gritándome que reaccione, que haga algo para no
perderte. Pero en días como hoy, a mi pena
sólo le queda contestarle que no puede perder lo que nunca tuvo, que se rinda
de una puta vez porque acabaremos hundidos.
Se
me han quedado tantas cosas sin hacer contigo. He tenido la gloria en mis manos
recorriendo casi cada trozo de tu piel pero moriré sin el honor de rodearte la
cintura y bailar contigo despacio tu canción favorita, mojarme los pies en el
mar mientras te beso y, lo más importante para mi alma, mirarte a los ojos y
descubrir que he sido capaz de sacarte de esta mierda de mundo el tiempo
suficiente para olvidarte de todo, centrarte en un beso y hacerte feliz.
Esto
nunca fue una cuestión de esperanzas. La esperanza es el opio del que ha
perdido y aún se piensa capacitado de deshacer los pasos que le llevaron al
final de un camino. Yo no tengo esperanza, yo no he perdido porque no he
tenido, no he llegado al final de ningún
camino porque aún no me he muerto. Échame mil veces, haré como que me voy pero
me quedaré sentada en el descansillo de tu vida desordenada esperando a que me
necesites de nuevo.
El
tiempo y el espacio son verdugos de mi alma, uno me agarra y el otro tira de la
soga manteniéndola a raya. Y aún así no
pueden conmigo. He sudado el pasado, he fortalecido el presente y voy a
afrontar el futuro con un único objetivo centrado en crear un vínculo contigo
lo suficientemente soldado como para que no lo suelte ni una sola adversidad
que se cruce en nuestro/nuestros camino/s.
Comienzo
mi séptimo párrafo y me doy cuenta que mi ánimo es una montaña rusa. Me he
elevado y he caído en una misma carta varias veces. Mis sentidos se comen el
polvo del suelo y al minuto respiran el oxígeno más puro.
Mi
egoísmo roza el límite poniéndote al descubierto lo que pasa por mi alma, no
soy nadie para hacerlo, pero soy una sucesión inconexa de sentimientos,
sensaciones, pensamientos y deseos cuya organización depende únicamente de una
pieza clave: TÚ.
Pon
música, búscala. Sí, pon tu canción favorita. Súbete a mi cintura. Agárrate
fuerte que empezamos suave pero acabaremos como un vendaval. Abre los ojos, no
te duermas aún porque hoy tu felicidad va a durar hasta la madrugada.”
martes, 12 de febrero de 2013
NO ME DES TREGUA, NO ME PERDONES NUNCA...(Julio Cortázar)
No me des tregua, no me perdones nunca.
Hostígame en la sangre,
que cada cosa cruel sea tú que vuelves.
¡No me dejes dormir, no me des paz!
Entonces ganaré mi reino, naceré lentamente.
No me pierdas como una música fácil,
no seas caricia ni guante;
tálame como un sílex, desespérame.
No me des tregua, no me perdones nunca.
Hostígame en la sangre,
que cada cosa cruel sea tú que vuelves.
¡No me dejes dormir, no me des paz!
Entonces ganaré mi reino, naceré lentamente.
No me pierdas como una música fácil,
no seas caricia ni guante;
tálame como un sílex, desespérame.
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